¿Sabéis una cosa que me encanta de la Facultad de Amigos? Igual es porque soy de ISSA y los idiomas me pirran, pero me sigue pareciendo muy destacable.

Bien puedes ir a la cafetería o simplemente, como hoy nos ha pasado, subir las escaleras para ir a clase de Inglés, que te toparás con al menos una persona que no habla español. Es de lo más divertido oír que el de detrás de ti se pone de repente a hablar en chino o en francés ¡o en el idioma que sea!, aunque, pensándolo bien, debe ser aún más divertido para ellos, porque las caras que se nos quedan al escucharles son de foto. En nuestra clase, por ejemplo (mirad que no somos como medicina que son tropecientos mil en clase, somos “solo” 50), pero ya hay gente que habla francés, inglés, euskera, catalán… ¡y hasta algo de chino!

Recuerdo cuando vinieron de visita mis padres a Pamplona que se quedaron impactados con la de idiomas que se oían. Igual no os habéis fijado todos los que estudiáis aquí, pero paraos a pensar que esta universidad es un trocito del mundo, ¡hay gente tan dispar y gente que ha recorrido tantos países!

Ya hay veces que hasta te infunde respeto una persona cuando te enteras de que cada familiar suyo viene de una punta del mundo. Digo que infunde respeto porque luego tienes que confesar que tú llevas dieciocho años sin salir de tu ciudad y que venir a Pamplona ya te ha supuesto todo un reto, pero para ellos es como un paseo.

Pero bueno, nada de desanimarse, que aún quedan muchos años de carrera (¿yuju?) y quién sabe dónde acabaremos cada uno. Además podremos hacer Erasmus y acabar intercambiando los papeles y ser los que son mirados raro por hablar otra lengua.