Loreto Sesma

He querido hacer la entrada de hoy un tanto distinta. La intención con la que buscaba hacerla era motivarte un poquillo: sueles leer lo que nos cuentan antiguos alumnos, gente que hace unos años estaba como tú ahora, luchando por alcanzar su sueño y, a base de estudiar, ya lo ha encontrado. Esta vez es diferente. No se trata de que no haya alcanzado su sueño, lo contrario, lo ha hecho antes que nadie, sigue estando en el campus de la UNAV, pero ya ha logrado hacerse un hueco entre los libros más vendidos de España y su nombre ya lo conoce gente de muchas partes del mundo. Ella es Loreto Sesma. Estudió avec moi en el colegio Sansueña, en Zaragoza, y ahora estudia periodismo bilingüe a dos pasitos de la facultad de Amigos. Sus vídeos de Youtube han logrado enamorar a 34.000 suscriptores, sus «salvavidas» en este ‘Naufragio en la 338’.Loreto Sesma

Pensé en cómo hacer de esta entrevista algo increíble y qué mejor manera existe que dejarle a ella un papel y un boli, el papel es su elemento, señores, compruébenlo ustedes mismos. Con ustedes, Loreto.

Tess: Escribir siempre ha sido tu “don”, pero el salto a Youtube fue algo inesperado para muchos, ¿y para ti? ¿pensaste alguna vez que tus poemas serían un éxito viral?

Loreto: Yo he sido la primera sorprendida siempre en toda esta locura que se está desatando tanto en Youtube como con Naufragio. Nunca pensé que a la gente le pudiera llegar tantísimo lo que escribo y sobre todo, que pudiera ayudar a tantas personas. Está siendo todo como un regalo que recibo con muchísima ilusión y que nunca termino de desenvolver.

Tess: Tú has llegado hasta aquí a base de esfuerzo y mucho curro, algo de lo que los que te conocemos podemos dar fe, pero no habrás llegado hasta aquí sola, supongo.  ¿Quién te ha acompañado en este viaje?

Loreto: Nunca habría sido capaz de llevar todo esto sola. Mi familia siempre ha estado ahí, abrazándome y protegiéndome la espalda de posibles puñales; ellos son esenciales en mi día a día. Pero, además, he encontrado personas en este viaje que también se han convertido en compañeros: desde mi representante y amigo, Gonzalo, que fue quien me animó y me cogió la mano durante la salida de Naufragio; mi editor, que apostó por mí y me ha brindado esta oportunidad tan brutal; mis amigas, esperándome siempre en la mesa del fondo del comedor tanto los días que traigo buenas noticias como los días que estoy insoportable…
En fin, que tengo la suerte de tener un ejército de personas capaces de sacarme de cualquier pozo sin fondo.

T: Un camino tan largo habrá tenido sus piedras, ¿has recibido muchas críticas?

L: De momento no han sido muchas las críticas que yo haya leído o escuchado, sólo pude leer un par de comentarios en un artículo criticando los centros en los que me había educado. Sé que va a llegar el momento en el que haya una lluvia de buenos y malos comentarios y que no me tengo que creer del todo ni los que me dicen que soy alguien detestable ni quienes me digan que soy perfecta. Yo sé y los que me conocen lo saben, que no soy ninguna de las dos.

También tengo que aprender de aquellas críticas que me puedan ayudar a mejorar como «escritora» (sigo sin considerarme así) o como persona.

T: Estudias periodismo bilingüe aquí en la UNAV, ¿piensas llevar una doble vida o unificarás ambos mundos?

L: (risas y más risas) De momento voy a optar por separar los dos mundos hasta que me sienta lo suficientemente segura en ambos y sepa combinarlos. Están siendo todo experiencias nuevas que necesito interiorizar y aprender, tanto de lo bueno como de lo malo.

T: ¿Cuál es el siguiente paso después de naufragar?

L: Sobrevivir al naufragio sin ahogarme. De momento, voy a sacar el curso lo mejor que pueda y sepa y, además, intentaré llevar a Naufragio lo más lejos que sea capaz. Sobre todo, siento la necesidad de no defraudar y tratar de recompensar a todos los que han apostado por mí, tanto en los estudios como quienes se han sumado al Naufragio en la 338.

T: Hablemos de tus “salvavidas”. Lo que empezó como un hobbie ha acabado siendo una dependencia para muchos de tus fans, que necesitan su dosis mensual de tus textos, ¿no te agobia la presión?

L: Bueno, podría verse como presión o como un regalo. Yo trato de verlo más del segundo modo, me parece una oportunidad muy bonita de llegar a gente que de otro modo nunca podría haber llegado. Cuando me mandan mensajes a las redes sociales o al mail contándome qué sienten al leerme o escucharme, o como les he podido ayudar de algún modo; de repente le veo sentido continuar con todo esto. Ellos son los que me han traído hasta aquí arriba y juntos es como vamos a afrontar todo lo bueno que pueda llegar.

T: Publicar un bestseller a los 18 años algo a lo que muchos aspiramos ¿qué recomendarías a quiénes te digan que no se puede triunfar tan joven?

L: Les diría que la gente joven son el alimento de las ilusiones. Sólo hay que mirar a la gente de esta universidad, no te tienes que ir más lejos. Hay muchísima gente con iniciativa, ilusión y un talento brutales ¿El talento tiene edad? Yo creo que no. El talento se trabaja y se cultiva a través del esfuerzo, no depende de cuántos años marquen tu DNI.
Además, desde mi punto de vista, es la gente joven la que suele tener una visión fresca y limpia de las cosas, y, como consecuencia, quienes van a poder cambiar todo lo que ahora no funciona, ellos son la esperanza. Puedes llamarlo triunfo o no, pero la simple posibilidad de echar el grito al cielo, decir: «no estoy de acuerdo con lo que estoy viendo», poder cambiar las cosas, poder ayudar; para mí ya es haber triunfado.

Compra el libro en la web de Lapsus Calami o en la web de la Casa del Libro, así como en cualquier establecimiento de la Casa del Libro.
Todas las tablas a las que me agarré en mi último naufragio. El huracán que destrozó Roma después de haber probado todos los caminos que me podían hacer llegar a ella. Un conjunto de errores, heridas, cicatrices curadas con saliva. El abrazo dado a tiempo antes de que el viento se llevara mis cenizas después del incendio. El deseo de sobrevivir a mil mareas. Los clavos a los que me agarré ardiendo y las balas que me traspasaron la piel pensando que eran las yemas de sus dedos. La pistola que me puse en la sien mientras cantaba mi canción favorita y bailaba cuando quería romper a llorar. El cuento que te escribí antes de dormir contándote lo mucho que me gustaba romperme si era para reír. La historia de la vez en la que me enamoré de la catástrofe antes que de un corazón. Son las mil lágrimas que sonreí y las mil sonrisas que lloré en una habitación. Bienvenidos al naufragio, pasen y cojan aire. Este libro puede ser un salvavidas o la última carta de un suicida, eso lo escogen ustedes.

3 comentarios en “Loreto Sesma

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