¿Quién nos hubiera dicho hace 4 años que íbamos a cambiar tanto!
Parece mentira que ya hayamos acabado con las clases, con los exámenes y prácticamente con la vida universitaria. Recuerdo cuando entrábamos el primer día a clase y no conocíamos a nadie, andábamos perdidos de aula en aula siguiendo al resto de gente cual rebaño de ovejas. Nuestro mayor dilema entonces era saber cómo aguantaríamos las clases de idiomas a las 8 de la mañana y saber si llevaríamos algún examen de lengua castellana a junio. Durante nuestro primer año, no sé vosotros, pero yo no acerté con la ropa que me traje, ¡no me esperaba que en el mismo día fuera a necesitar anorak, gafas de sol y paraguas! Por el contrario, comprendí que sí que había acertado al elegir el grado y, aunque cada vez que llegaban exámenes me planteaba toda mi existencia, veía con claridad que esta era mi facultad, en ISSA encajaba yo.
Y aquí estamos ahora, con las maletas bajo el brazo y nuestras ofertas de trabajo. Todos los profesores se despiden y nos desean suerte jurando que somos una clase mucho más madura y muy preparada para lo que nos viene aunque siempre quedará la duda de si es lo que suelen decir todos los años . Nos da hasta miedo cuando nos decimos los unos a los otros «¡Te veo en la graduación!». Varias personas van a hacer sus prácticas en Madrid, Barcelona, Málaga, San Sebastián, Inglaterra, China y hasta en México; y, claro, no será fácil vernos hasta que llegue el día de nuestra graduación el 2 de junio.
Hasta entonces, tendremos tiempo para madurar un poquito más y empezar la búsqueda de nuestro lugar en el mundo laboral.
¡Feliz Navidad a todos y nos vemos el año que viene!