¡Hola a todos y a todas! ¿Cómo os están yendo los exámenes? Mucho ánimo que estamos por la mitad ya.
Una de las cosas más importantes para la Universidad de Navarra es el asesoramiento. De eso es de lo que os vengo a hablar hoy.

Desde primero de carrera cada alumno ya tiene asignado un asesor. Por lo general, estos suelen ser profesores que imparten clases en la misma facultad que el alumno y es por eso que muchas veces pueden llegar incluso a coincidir en las clases.
Aun así, a partir de segundo, cada persona tiene la posibilidad de elegir un nuevo asesor para los próximos años si así lo desea.
Los objetivos principales de los asesores son orientar a los alumnos y ayudarles en todo lo que puedan. Yo, desde mi experiencia os puedo decir que así es.
Al principio de carrera, cuando estás totalmente perdido y prácticamente no conoces a nadie, sirve de mucho el saber que tienes a una persona que sabes que te va a guiar en todo momento y que sabes que te va a orientar en ese proceso de introducción a la nueva vida universitaria. Yo por ejemplo que soy de hacer muchas preguntas y que todo me gusta preguntar, lo agradezco mucho por esa parte.
Ahora en segundo que mi asesora ya me conoce y sabe por ejemplo que no paro de hacer cosas, es ella la que muchas veces me ofrece y me anima a apuntarme a nuevas experiencias. Suelo ir varias veces a hablar con ella a lo largo del curso de qué tal me van las cosas. Muchas veces incluso me ayuda a organizarme a la hora de estudiar y a tomar distintas decisiones teniendo en cuenta mis prioridades.
Además de introduciros en el tema y de contaros mi propia experiencia también he querido preguntar a otras dos alumnas del grado, Natalia y Arancha, cómo viven ellas el asesoramiento y qué opinión tienen acerca de ello.
Ahí van sus testimonios.
«En el comienzo de una nueva etapa de la vida, cualquier ser humano siente miedo: miedo a no encajar, miedo a no valer, miedo a fracasar. Sin embargo, en la etapa universitaria que nos ha tocado vivir puedo afirmar que, la asesora toma un papel fundamental. Es decir, desde mi punto de vista, es una ayuda adicional que ofrece la Universidad, de esta manera, la/el asesor/a puede orientar al alumno de forma que este se sienta más seguro en todos los aspectos: tanto en el ámbito académico como social. Por último, dentro de mi propia experiencia, al tener una asesora he aprendido a enfocar mis objetivos, a organizar y compaginar mis horas de estudio, además de tratar mis debilidades. Creo firmemente que tener asesora, es un punto a favor en todos los aspectos.» – Natalia Goya, 2º de carrera, San Sebastián.
“Mi asesora y yo tenemos muy buena relación. No solo ha sido mi profesora, sino mi consejera en cuanto a mi desarrollo académico y profesional. Además, nos mantenemos en contacto para cualquier problema que yo pueda tener. A veces, incluso, me propone ideas en cuanto a formación y nuevas experiencias. Por todo esto creo que debemos cambiar la imagen que puedan tener los alumnos de un asesor distante a nosotros. Mi consejo: Elegir a una persona que ya conozcamos y con la que tengamos confianza. Será entonces cuando podamos hacer un buen uso de el asesoramiento que se nos ofrece.” – Arancha Pascualena, 2º de carrera, de Pamplona.
Me gustaría acabar diciendo que el asesoramiento no termina de ser una herramienta más que la Universidad nos ofrece y que no deja de estar en nuestras manos el aprovecharla o no.
Feliz semana a todos.