Erasmus en Kortrijk: Semana Santa

¡Feliz Semana Santa a todos! ¿Cómo estáis? ¿Habéis disfrutado de estos días?

Nosotros aquí hemos vivido la Semana Santa de maneras muy distintas: muchos han viajado a su casa, otros han recorrido Bélgica, otros se han subido a un avión hacia tierras muy, muy lejanas… Yo decidí viajar y visitar los pueblos y ciudades de alrededor, ¿recordáis el Go Pass especial de Semana Santa? Yo lo amorticé mucho porque cada día prácticamente nos íbamos a pasar el día descubriendo sitios nuevos o volviendo a aquellos que nos habían encantado o se nos habían quedado cortos. Lovaina, Namur, Ostende, Lieja, Bruselas, Gante, Brujas, Dinnant, Amberes y muchos más destinos que podréis encontrar fácilmente y que os encantarán.

Más tarde viajé a Hamburgo con un billete que me costó 2€ la ida y 2€ la vuelta, alucinante, ¿verdad? Cuando vimos la oferta de Ryanair no lo dudamos demasiado. Alemania es un país que me tiene enamorada perdida, pero todavía no había conocido Hamburgo ni Berlín y organizamos un viaje bastante intenso (3 días y medio), Sigue leyendo

Semana Santa: ¿vacaciones?

¡Madre del Amor Hermoso! ¿Sois conscientes de la que nos espera?

Estoy empezando a estresarme ya, ¿habéis visto el calendario de abril y mayo? ¡No cabe un alfiler! Con lo bien que estábamos cada uno en nuestra casita en Semana Santa, viendo procesiones y reuniéndonos con familiares y viejos amigos

Vale, ya sabéis que no hay motivo para agobiarse si llevas las asignaturas al día, pero sólo os pido un poquito de nervios de los sanos, nada más. Y es que en cosa de un mes tenemos los finales y para entonces tenemos que hacer miles de trabajos y parciales. Todos ellos son muy entretenidos, la verdad, y además son el mejor repaso para los exámenes, pero ¡es que mi agenda va a estallar con tanta entrega!

Por un lado, las pruebas de idiomas; por otro, los casos de Derecho Laboral; que si hay que preparar una presentación para Comunicación Oral; un comentario de Ética… ¡esto es un no parar! Menos mal que a una servidora le gusta la carrera y disfruta con sus trabajos…

Por lo demás, ¿qué tal han ido las vacaciones? Yo tenía unas ganas increíbles de volver a casa y de ver a los míos. Además el solazo y el buen tiempo casaban perfectamente con mi idea de no estar quieta ni un segundo. Eso sí, ahora le doy permiso a la lluvia hasta cosa así como mediados de mayo, para que cueste un poquito menos este sprint final 🌧.

Siempre nos quedará Pamplonica…

 El tema de hoy no tiene gran relevancia en la vida universitaria, simplemente me lleva llamando la atención desde el primer día en el Colegio Mayor y esta Semana Santa aún lo ha hecho con más fuerza.

La cosa es que cada fin de semana que volvía a casa (al no ser muchos, creo que por eso lo he notado tanto), me daba cuenta de lo raro que hablaba todo el mundo. ¿Raro? Pues sí. Habiendo pasado dieciocho años allí, desaparezco unos meses y al volver todo el mundo me sonaba extraño. Pero lo peor no era eso, ¡era que mi acento les parecía extraño no, lo siguiente!

Pero claro, ¿qué esperaba? En el Colegio vivimos alrededor de cien personas de sitios de todo el mundo; la más normalita soy yo, que he vivido en una ciudad toda mi vida, pero es que, como aquí la gente se ha recorrido medio mundo, es normal que vayan acumulando acentos. Porque las que se traen un acento de casa pasen, pero las que mezclan el catalán con mejicano…tela tela… ¡Y claro! ¡Ahora tengo un popurrí de «agárrate y no te menees»!

Pero ¿sabéis que es ir a visitar a vuestra abuela y oírle un acento de pueblo profundo? Es algo bastante traumático, la verdad… Pero lo más gracioso fue volver a Pamplona tras Semana Santa: los andaluces habían recuperado todo su salero, los maños su voz cazurra y los galleguiños la musicalidad esa que le ponen a las frases, que parece que canten…

En serio, esto de los acentos es todo un mundo (nunca mejor dicho, jeje). Es algo que no se sabe hasta que vives con toda esta gente, de verdad. Cambiaría mi acento mil veces.

 

Ya se oyen los tambores

¿Ya huele a incienso de Semana Santa o son cosas mías? Probablemente ya esté delirando, es lo que tiene ser uno de los pocos gatos que aún permanece en Pamplona mientras el resto ya está en casita. ¡Pero no queda ya nada! ¿No os morís de ganas? Bueno, yo estoy aquí celebrándolo por todo lo alto, pero van a ser unas vacaciones entre apuntes… yuju… Porque, para quien no sea consciente, a la vuelta de Semana Santa los finales nos esperan con los brazos abiertos.

Y es que este mes de marzo se ha caracterizado por los miles de exámenes y trabajos que entregar, porque es que ¡esto se acaba ya! Vale, quizás soy poco realista… Pero pensadlo: en dos días Semana Santa, después exámenes y ¡luego ya veranito!

Foto Instagram @issaunav by @ceci_devi

Hace nada me decía una amiga que hay cosas que hacemos ahora en la uni que le hacen sentirse muy mayor. Tengo que decir que le doy la razón porque todos los trabajos de investigación y todas las exposiciones que estamos haciendo ya no son moco de pavo, siento la expresión. Es que es muy fuerte: yo sigo pensando que en cualquier momento me despertaré y volveré al colegio.

Pero es que nos esperan unos meses divertidos. Los profesores se pelearán por los huecos libres para poner exámenes, los trabajos se acumularán, pero también vendrá el buen tiempo y el solecito. Mientras tanto, a seguir soñando con los tambores de Semana Santa, a la vuelta, ya soñaremos con días al sol en la playa.